Sobre la denominacíon del Dogo Alemán


Sobre la denominacíon del Dogo Alemán

Quizás sea esta la raza que cuenta con más nombres, aunque la mayoría de estos no tienen relación alguna con el de deutsche dogge o dogo alemán, que es como la conocemos nosotros.

Aparte de este, los nombres más comunes por los que se conoce a la raza son alano en Italia y gran danés en el resto del mundo. Sin embargo, es preciso hacer una aclaración, pues las diferentes denominaciones han dado lugar a confusiones enormes.

En Italia se le conoce comúnmente como alano tedesco o simplemente alano; ya en 1684 se empleaba esta denominación como equivalente a dogo alemán, aunque el Diccionario de la Lengua Italiana, traducido al castellano, dice así: «Alano. Perro de pelo corto, hocico grueso, de orejas cortas y erguidas, de estatura imponente, idóneo para la guarda y la caza». No obstante, la denominación es genérica, ya que no hace alusión alguna a una raza definida.

Como podemos ver, la descripción no corresponde a la que se refleja en el estándar oficial, pues las orejas del dogo alemán en su estado natural están caídas y sólo se yerguen a base de amputación, una práctica que en muchos países ha sido ya prohibida. Por lo que se refiere a las aptitudes para la guarda y la caza, el dogo es empleado habitualmente para la pri mera pues, según la clasificación de razas de la Fédération Cynologique Internationale (FCI), se trata de un perro de guarda y defensa, pero no de caza. La calificación de «imponente» de su estatura sí se corresponde con la realidad.

El nombre de alano ha dado lugar a múltiples confusiones, especialmente en las traducciones. En 1978, una editorial española tradujo el título de un libro en italiano como «El alano», en lugar de «El dogo alemán», raza a la que se refería la otra.

Antiguamente, en España había existido una raza conocida con el nombre de alano y que en la actualidad ya está extinguida; de esta forma, se dio el caso de un lector que encargó el libro convencido de que se trataba de una obra histórica sobre los orígenes de esa raza. Cuando apareció la traducción al español, quienes esperaban encontrar en su contenido información sobre el antiguo alano se sintieron defraudados e hicieron una reclamación. Al poco tiempo volvió a aparecer el libro con el título cambiado.

Sin duda, el traductor advirtió que el nombre de alano figuraba en el Diccionario de la Lengua Española como una raza canina y no tuvo reparos en traducirlo literalmente, sin tener en cuenta que dicha raza estaba ya extinguida.

Este perro también es conocido como gran danés, denominación que es fruto, como en el caso anterior, de una traducción incorrecta. A principios de siglo, los ingleses lo llamaron great dane, que se corresponde con gran danés; a su vez, los alemanes lo denominaron danische dogge, pese a tratarse de una raza propia del mismo modo, en francés se le llamó también grand danois, y en italiano, grande danese. Lo curioso es que, en Dinamarca, la raza que podría corresponder al dogo danés no es otra que el broholmer, una raza muy rara incluso en su país de origen, que poco o nada tiene que ver con el dogo alemán.

A principios de siglo, incluso en España se le conoció por dogo de Ulm (de Ullmer dogge), entre otros nombres. Los más frecuentes fueron: danischer hound, mastino di Hatzrüden, tiger dog, wildboar hound e incluso dogge del Württemberg.

Volviendo a la denominación de alano, la única explicación de esta se basa en el presupuesto de que los orígenes más remotos de este perro se encontraran en Albania, donde habían existido, en el pasado, unos mastines de gran tamaño; si tenemos en cuenta que entonces aquel país se conocía con el nombre de Alania, no es de extrañar que se haya creado esta conf u sión en la denominación de la raza.

Carlos III de Durazzo, rey de Nápoles entre 1381 y 1386, introdujo en Italia muchos de aquellos ejemplares, razón por la cual algunos atribuyeron al mastín napolitano una influencia del dogo alemán, pero esta teoría no me parece creíble en lo más mínimo, porque considero que el citado moloso italiano es una raza más antigua que el dogo alemán.

En cuanto al nombre inglés de great dane, también erróneo, no debe extrañarnos, pues es sabido que los ingleses siempre han tratado de negar la paternidad alemana de ciertas razas. Este hecho se hace aun más evidente en el caso del perro pastor alemán (deutsche schciferhund) que durante muchos años ha sido llamado alsatian por los ingleses, lo que ha dado lugar a que en España, en muchas ocasiones, al pastor alemán de pelo largo se le haya denominado alsaciano, sin que el nombre le corresponda en absoluto.

Nos hemos extendido en estas consideraciones para evitar con ello que se produzcan errores de interpretación al leer obras antiguas o escritas en otras lenguas, por pensar que están realizadas sobre alguna raza canina distinta al dogo alemán.




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