Morfología del caballo: las extremidades


Morfología del caballo, las extremidades

El caballo tiene cuatro extremidades, que se dividen en miembros anteriores y miembros posteriores. Los movimientos que pueden efectuar son el resultado de combinar el trabajo simultáneo de una pareja de extremidades, que pueden ser las dos anteriores, las dos posteriores, las dos de cada lado o bien emparejadas en diagonal.

Las extremidades deben estar bien desarrolladas, con los aplomos correctos y la altura proporcionada. Un caballo con las extremidades demasiado altas generalmente es débil poco resistente a la fatiga. Demasiado bajo es pesado de delante, tiene poca libertad de movimientos y suele ser propenso a sufrir heridas ocasionadas por la montura.

El examen de las extremidades es importantísimo, sea cual sea el uso al cual se va a destinar el caballo. Por ello. después de una primera consideración global sobre su conformación, alzada y aplomos, es convei ente examinar una por una las distiotas partes que las componen.

Los miembros anteriores

Los miembros anteriores están compuestos por la espalda, el brazo, el antebrazo, la rodilla, la caña, el menudillo, la cuartilla y la mano.

La espalda, situada en la parte lateral anterior del tórax, debajo de la cruz y encima del brazo, está inclinada oblicuamente de atrás hacia delante, y tiene como base la escápula.

El brazo, que tiene como base el húmero, está dirigido en sentido opuesto a la espalda. Se articula con este por la parte superior, y con el antebrazo por la parte inferior. La articulación de la escápula con el húmero se denomina punta del encuentro. Las espaldas y los brazos han de ser iguales, musculosos, aplanados, suficientemente largos y oblicuos, y tienen que poder ejecutar los movimientos con soltura; el codo no tiene que ser ni demasiado abierto ni demasiado cerrado; el antebrazo largo y musculoso; la rodilla ancha, aplanada por la cara anterior, prominente por los lados, enjuta y muy flexible; la caña ancha, conjuntada y bastante plana; el tendón fuerte, seco, bien insertado en la caña; el menudillo ancho, bien desarrollado, seco y carnoso; la cuartilla ancha, fuerte, enjuta, convenientemente inclinada hacia delante.

Las espaldas pueden presentar defectos que pueden restar, en mayor o menor grado, docilidad y belleza al caballo. Demasiado cargadas le hacen pesado, sin elegancia, propenso a tropezar y poco apto para la silla; si son demasiado próximas entre sí y poco musculosas el caballo no se mueve con soltura, tropieza, se alcanza frecuentemente y es fácil que sufra caídas; si están demasiado cenadas, como si se hundieran en el tórax, resultan rígidas, casi inmóviles, los movimientos son desmedrados y parece que se originen en el antebrazo en lugar de provenir de la espalda y del antebrazo.

Los caballos cuyas espaldas y brazos no se mueven con facilidad no son capaces de prestar un buen servicio, sobre todo para la silla, y en poco tiempo sufren lesiones en las extremidades.

Los defectos, enfermedades y lesiones en las espaldas pueden ser más o menos graves, agudos o crónicos, como las distensiones, esfuerzos, reumatismos, etc. Cuando las lesiones pasan a un estado crónico generalmente se manifiestan a través de la cojera que, sin embargo, suele desaparecer al cabo de unos minutos de ejercicio. Por este motivo los tratantes de caballos, antes de presentar un animal con algún problema de espaldas acostumbran a hacerlo trotar para soltarle los movimientos de esta zona. Asimismo tienen la precaución de hacerlo herrar poco tiempo antes, para hacer creer que se trata de una cojera accidental y de fácil curación.

Morfología del caballo: las extremidades Poni

El antebrazo, primera parte de las extremidades anteriores que está separada del tronco, está situada perpendicularmente entre el brazo y la rodilla; en la parte superior trasera del antebrazo está el codo; por su cara interna pasa la vena encefálica, que recorre todo el pecho. Por la parte inferior de la misma cara, un poco por encima de la rodilla, hay una excrecencia callosa, llamada espejuelo. Un antebrazo delgado y poco musculoso es un indicio de debilidad; si es largo denota mucha resistencia a la fatiga y a la velocidad, pero los movimientos del caballo son menos elegantes.

La rodilla, o carpo, que está formada por siete huesos, constituye la articulación del antebrazo con la caña y presenta cuatro caras: una anterior, de mayor superficie y redondeada, dos laterales, y una posterior (pliegue de la rodilla).

En el caso en que el caballo tenga las rodillas desprovistas de pelo, con pelos blancos, o con la piel callosa, significa que es débil de delante y que es propenso a caerse de rodillas. Igualmente débiles y de poca utilidad son los caballos cuya anchura de extremidades disminuye inmediatamente por debajo de la rodilla, o también aquellos cuyos cabos (extremidades) flaquean o tiemblan de fatiga después del ejercicio.

La caña, o metacarpo, situada perpendicularmente entre la rodilla y el menudillo, tiene como base tres huesos, de los cuales uno es el principal y otros dos son añadidos a este; por su cara posterior pasan, despegados del hueso, los tendones flexores del pie. Es necesario comprobar que las cañas no tengan exostosis o sobrehuesos, que el tendón esté libre, que sea resistente, sin obstrucciones u otros defectos.

El menudillo, es la articulación de la caña con la cuartilla. Como base tiene los extremos de estos dos huesos en su articulación con los sesamoides mayores, y presenta por la parte posterior una excrecencia (garrón) cubierta por un mechón de pelo (cerneja). El menudillo puede ner unos bultos (espigones) o bien Atar circundado por una especie de umefacción (huesos en anillo).

La cuartilla, que tiene como base dos primeras falanges, está situada entre el menudillo y el casco, en una posición oblicua de atrás hacia adelante. Su parte inferior se llama “corona”. Si la cuartilla es demasiado marta el caballo es topino, menos estable, más propenso a tropezar y poco apto para la silla. Si es demasiado larga, cuartillón, esta zona su distensiones debidas a la excesiva extensión que acaban rápidamente con la fuerza del animal. Si bien los movimientos parecen más elegantes y las reacciones son menos duras, este defecto de conformación lugar a muchos inconvenientes, provocados todos por su debilidad. La corona debe ser igual, no prominente, ni hundida, callosa o con ulzraciones.

El pie es preferible que esté proporcionado con la alzada del caballo y con el volumen del resto de las partes de la extremidad. El casco tiene que ser preferiblemente negro, sin desigualdades, hendiduras o betas. La pared debe ser convexa y con la lumbre redonda, bastante más tocha por la suela que por la corona, los lados iguales, los talones altos y bien abiertos, y el margen inferior resistente y en el mismo plano que la anilla. La suela tiene que ser fuerte, espesa y cóncava, bien insertada en la pared y en la ranilla; la sustancia córnea debe ser igual que en la ranilla, acomodable, suficientemente dura y seca, y tiene que encajar perfectamente con esta última. Las vueltas del pie han de ser fuertes, resistentes y bien rectas.

El pie puede presentar varios defectos:

  • Palmitieso: cuando los cuartos son bajos y demasiado separados, lo que hace que la suela sea muy ancha y más o menos plana.
  • Convexo: si la suela forma una convexidad que supera el nivel del margen inferior de la pared. Ambos defectos debilitan el pie, y por consiguiente el caballo no puede caminar por terrenos duros, desiguales o adoquinados sin sentir dolor; además, tiende a cojear.
  • Grande: si hay partes del pie con un volumen excesivo, característica que a menudo viene acompañada por una escasa resistencia de la sustancia córnea, y que provoca que los movimientos sean demasiado difíciles e imprecisos.
  • Pequeño: si le falta volumen; en este caso el pie suele ser muy duro, con la suela muy hundida y la ranilla pequeñísima. Un pie de estas características suele presentar cuartos (grietas), contracción de los talones y contusiones.
  • Encastillado: si los talones están muy altos y contraídos, de modo que se aplastan el uno contra el otro y comprimen dolorosamente la carne. La ranilla está completamente hundida y aplastada, a veces presenta ulceraciones, y la corona hinchada. El animal cojea gravemente.
  • Pando (lumbre demasiado larga): esta parte del pie crece en exceso y las otras se desarrollan muy poco, los talones quedan bajos y débiles. Con este defecto es fácil que aparezcan equimosis de la dermis vellosa.
  • Lumbre demasiado corta: a menudo deriva de una mala nutrición o de una disposición defectuosa de la articulación del hueso de la corona del pie. En este último caso la corona se desgasta porque la mayor parte del peso recae sobre ella.
  • Topino: la parte anterior de la pared, en lugar de tener una dirección oblicua, cae casi perpendicularmente de la corona a la punta. Por lo general la causa de ello es la retracción de los tendones flexores. El apoyo se realiza sólo con la punta, que es mucho más corta que los talones. Este defecto hace que los movimientos sean cortos y encogidos, y suele aparecer con más frecuencia en las extremidades posteriores que en las anteriores.
  • Estrecho y demasiado alargado en la lumbre: el pie está más desarrollado en la punta y en los talones que en los cuartos, que son estrechos. El caballo tiene una andadura imprecisa y es propenso a sufrir distensiones y agrietamientos en el casco.
  • Cuarteado: la pared, demasiado seca, se rompe y se astilla por el margen inferior al ser herrado o a poco que el animal camine sin herraduras.
  • De través: un lado de la pared está más alto que el otro, defecto que provoca una andadura difícil y dudosa. A veces se debe a la negligencia del herrador, que al igualar el pie rebaja más un cuarto que el otro porque es más duro o más blando.
  • Izquierdo (con un casco mirando hacia fuera y el otro hacia dentro): a veces es el resultado de la mala costumbre de los herradores de vaciar de manera desigual la ranilla y la vuelta del pie, y dejar que los talones tengan un grado distinto de resistencia y de presión.
  • Talones demasiado altos: en este caso las reacciones son más duras y se hacen notar más que las de un caballo con aplomo perfecto.
  • Talones demasiado bajos: defecto de elevación y crecimiento de los talones sobre los que el caballo se apoya normalmente; en este caso suelen ser propensos a contusionarse.
  • Con anillos: las paredes presentan unas protuberancias circulares que se extienden de un talón a otro, nacen en la corona, continúan por abajo, y generalmente son consecuencia de la laminitis. Los pies con anillos son más defectuosos cuanto más profundos son los surcos que presentan.

Los miembros posteriores

Forman el tren posterior, y comprenden el muslo, la pierna, el corvejón, la caña, el menudillo, la cuartilla y el pie.

El muslo, que sigue una dirección oblicua de arriba abajo y de atrás hacia delante, tiene como base el fémur, y está situado entre el flanco y la pierna. Las regiones posteriores y más musculadas de los muslos se llaman nalgas, y la parte más prominente de estas es la punta de la nalga. Los muslos y las nalgas han de ser carnosos y estar bien descendidos. Cuando están poco desarrollados y son estrechos es un signo de debilidad en el cuarto trasero.

La pierna, situada entre el muslo y el corvejón, está dispuesta oblicuamente hacia atrás en sentido opuesto al del muslo. Los huesos que la componen son la tibia y el peroné. La región que corresponde a la rótula se llama babilla. Una pierna robusta, musculosa, con un ángulo correcto, que no denote fragilidad, es un claro indicio de fuerza, de resistencia y de gran predisposición para la carrera. Un caballo se considera con poca pierna cuando esta parte es muy corta y pequeña en relación a la caña.

El corvejón se encuentra entre la pierna y la caña, y tiene como base ósea seis huesos que están unidos en su conjunto por unos fuertes ligamentos. La punta del corvejón es la parte superior trasera que está formada por una protuberancia del calcáneo, al cual se inserta el tendón de Aquiles. Tiene dos caras, la interna y la externa, y foriña un pliegue en la parte anterior. Los corvejones tienen que ser secos, anchos, angulosos, con el tendón de Aquiles y las prominencias óseas fuertes y bien marcados. Los defectos más comunes que suelen presentar son de inclinación: que estén demasiado próximos, lo que disminuye el movimiento y la fuerza, o que miren hacia fuera, lo que redunda en una falta de seguridad en los flancos. Los corvejones pequeños y delgados son débiles; los gruesos son también débiles y propensos a agarrotarse. Estas regiones pueden presentar afecciones más o menos graves, como el esparaván, las vejigas, los alifafes, las grietas, la corvaza, las hendeduras, y la cojera que las acompaña muchas veces desaparece provisionalmente con un poco de ejercicio. Por ello los tratantes de caballos, al poner a la venta un ejemplar cojo, ponen en práctica los mismos métodos que los que se han indicado para disimular la cojera producida por unas espaldas rígidas. Las otras partes de las extremidades posteriores no difieren de sus análogas del tren anterior, excepto que la caña es más gruesa y larga, y el pie es menos ancho, menos redondo y menos abierto. Además, los espejuelos en las extremidades posteriores están situados en la cara interna de la caña, un poco por debajo del corvejón.




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4 Comentarios en Morfología del caballo: las extremidades

  1. Frank Dice:

    Al sacrificarla con un arma de fuego es posible que la bala del abdomen salga por la oreja CABALLO
    Se ve como un agujero coagulado y tiene la oreja reventada es posible eso? Habrá muerto en el acto o murió desangrada esa es minintriga es posible que un arma de fuego desde el abdomen traspase en la oreja puede ser posible eso sinceramente no sé de armas de fuego pero creo que murió en el acto y no tenía los ojos cerrados puede ser por el impacto de bala recibido pudo haber sufrido la yegua o murió instantáneamente ella estaba sufriendo mucho pero al sacrificarla creo que la bala del abdomen salió pir el orificio auditivo dónde hay muchos muchos nervios y quizás murió desangrada hay muchísima sangre en la pared no llegye a ver el otro lado de la yegua pero solo se veía una oreja y del lado dónde tenía la cabeza recostada no se le veía la oreja parecía como explorada ya que me acerque y observe con atención agradecería mucho sacarme la duda gracias!

  2. quely mporta Dice:

    gracias de q o q

  3. jesus quilez Dice:

    los equinos a lo largo delavida han desarrollado una gran ayuda al hombre en todos los sentidos han sido unos grandescompañeros en todas las tareas que el hombre a desarrollado y necesitado lo digo por experiencia en mi caso y en mi casa labriega hemos tenido siempre y tenemos un gran recuerdo pues era entonces el tractor de carne con el que desarrollabamos las tareas agricolas y tambien era nuestro medio de transporte asi pues siempre que veo un equino me emociono y le doy el maximo valor y la mejor nota muchas gracias por tu ayuda nunca te olvidare.

  4. miki Dice:

    gracias me sirvio

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