Acomodando a los cachorros del Cocker Spaniel después del parto


Una vez nacidos los cachorros saca a la perra para que pasee un poco y beba agua, y luego déjala que cuide a su camada. Durante las primeras semanas seguramente no querrá estar afuera más de uno o dos minutos. Cuida de que siempre tenga agua a su disposición y dale frecuentemente leche o caldo, puesto que necesita líquidos para producir su leche. Estimúlala a que coma, dándole sus manjares preferidos hasta que los solicite por sí misma. Pronto se le despertará un apetito voraz y deberá tener, por lo menos, dos comidas al día de alimento seco. Tu veterinario te podrá orientar sobre los principales puntos relativos a la nutrición de una hembra amamantando.

Prepara un lugar caliente para poner los cachorros ya nacidos, manteniéndolos secos y ayudándoles a empezar bien su vida. Se puede colocar una almohadilla eléctrica o una botella de agua caliente cubierta con una franela en el fondo de una caja de cartón próxima a la madre, de forma que ésta pueda ver a sus hijitos. Normalmente te permitirá que le ayudes a cuidar de los pequeños, pero no los apartes de su vista. Déjala hacer si tu interferencia parece ponerla nerviosa.

Asegúrate de que todos los cachorros alcanzan bien para comer. Si la madre se sienta o se mantiene de pie en lugar de tumbarse para dar de mamar, es posible que sea debido a arañazos producidos por uñas de los perritos. Lo puedes solucionar recortándolas como lo harías a la perra con un corta-uñas: para estas finas garras pueden servir unas tijeras de manicura. Algunos criadores aconsejan deshacerse de los más pequeños o débiles de una camada numerosa, ya que la madre tiene dificultades para manejar más de seis o siete pequeños. Le puedes ayudar preparando un cajón o cesta extra con un acolchado caliente y otros materiales adecuados. Se deja la mitad de la camada con la madre y la otra mitad en la cama extra cambiándolos al principio cada dos horas y luego con menos frecuencia, dejándolos todos juntos excepto durante el día. Ensaya también a darles comida suplementaria. Tan pronto abran los ojos, alrededor de las dos semanas, ya pueden lamer en un plato.




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